AGOSTO.Veran  Milagros nunca antes realizados!!

Durante un momento reciente de oración , escuché claramente al Señor decir: “Prepárate, porque haré milagros en tu vida y en la vida de tu nación que nunca antes se han realizado en ningún otro lugar”.

El peso de semejante promesa me infundió de inmediato emoción y  confieso que senti algo   de incredulidad. Pero entonces oí al Señor preguntarme con una voz suave : "¿Crees que puedo hacerlo?".

Esa pregunta resonó con fuerza en mi interior, porque era la misma pregunta que Jesús les hizo a los dos ciegos en Mateo 9:28-29 (NVI): "¿Creen que puedo hacer esto?". Su respuesta fue inmediata y llena de fe: "Sí, Señor". Y luego, la Escritura nos dice que Jesús les tocó los ojos y les dijo: "Conforme a su fe les sea hecho". Y ellos fueron sanados.

Mientras pensaba en esta palabra, me encontré respondiendo de la misma manera: "Sí, Señor, ¡creo que puedes hacerlo!"

Impulsada por esta confirmación, comencé a escudriñar las Escrituras, buscando dónde Dios había prometido milagros nunca antes realizados. Fue entonces cuando encontré Éxodo 34:10 (NTV): 

«El SEÑOR respondió: “Escucha, hago un pacto contigo en presencia de todo tu pueblo. Haré milagros que nunca se han hecho en la tierra ni en ninguna nación. Y todos los pueblos que te rodean verán el poder del SEÑOR, el asombroso poder que desplegaré para ti.”»

🔥🔥🔥El Dios de las segundas oportunidades. Por Ivonne Attia. 

Este pasaje comienza con una invitación de Dios a Moisés: «Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre ellas las palabras que estaban en las primeras tablas que quebraste» (Éxodo 34:1). Las tablas originales, escritas por el dedo de Dios, fueron destrozadas por Moisés en un ataque de ira justa, cuando Israel adoró al becerro de oro (Éxodo 32:19).

 Pero ahora, Dios no condenaba a Moisés. En cambio, lo invitaba a volver a subir a la montaña, no para empezar de cero, sino para renovar el pacto.

Según la antigua tradición judía, este encuentro ocurrió durante el mes de Elul, que normalmente cae en agosto , una temporada profética marcada por el arrepentimiento, la intimidad y el acceso divino.

Esta historia revela una verdad profunda: Dios es el Dios de las segundas oportunidades. La frase "como la primera" en Éxodo 34:1 es poderosa. Dios no dijo: "Haré una versión inferior". Dijo: "Escribiré de nuevo lo que se rompió". 

Las tablas representaban más que leyes; significaban pacto, destino y llamado divino. Su destrucción simbolizó el fracaso humano, el pecado y las oportunidades perdidas. Sin embargo, Dios decidió escribir de nuevo.

🔥🔥🙏Restauración prometida y una mejora.

Este es un mensaje profético para todos los que sienten que han arruinado lo que Dios les dio. Él dice: "Yo restauraré". El corazón de Dios no nos abandona cuando caemos; nos invita a una restauración más profunda y a una intimidad renovada.

 La restauración del llamado original no solo es posible, sino que está prometida . Dios le dijo a Moisés que escribiría las mismas palabras que antes, lo que significa que, incluso después del fracaso, su destino divino permanecería inalterado. 

Romanos 11:29 afirma: "Los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables". 

Lo que hace esta renovación aún más increíble es lo que sigue. En el versículo 10, Dios declaró: «Haré milagros que nunca se han hecho en ningún lugar». Este segundo encuentro no fue una degradación. Fue una mejora. Dios no solo renovaba el pacto; prometía hacer algo completamente nuevo, algo maravilloso que superaría todo lo visto hasta entonces. 

Moisés había pedido la presencia de Dios para que los acompañara. Dios respondió a esa petición con más que presencia; prometió una manifestacion de  poder y de milagros  sin precedentes.

🔥🔥🙏El becerro de oro

Pero hay más. Esta palabra también es para quienes se niegan a adorar al becerro de oro. 

Proféticamente, el becerro de oro simboliza la adoración fuera de lugar, la transigencia espiritual y la tendencia de la humanidad a sustituir la presencia de Dios por algo más inmediato y ostentoso.

 En Éxodo 32, el pueblo se impacientó esperando a Moisés y exigió un dios visible. Crearon el becerro y dijeron: «¡Este es tu dios, Israel, que te sacó de la tierra de Egipto!» (Éxodo 32:8).

La idolatría en nuestros tiempos modernos quizá no siempre se manifieste en estatuas físicas, sino que adopta diversas formas: dinero ( Mamon)  carrera, relaciones, ministerios, tu empresa, autopromoción. 

Cualquier cosa que exaltamos por encima de Dios se convierte en un becerro de oro. ( en un  idolo).

También puede representar nuestra impaciencia. Cuando sentimos que Dios tarda demasiado, solemos recurrir a buscar soluciones con nuestras propias fuerzas, creando algo emocionalmente satisfactorio pero que carece de verdadera sustancia.

El becerro de oro también pone de relieve el falso liderazgo. Aarón, bajo presión, ayudó a crear el ídolo e incluso lo llamó «fiesta para el Señor» (Éxodo 32:5). Mezcló la verdad con el engaño, creando una combinación de adoración santa y esfuerzo humano. Esta es una advertencia  para los líderes de hoy: 

No cedan en su afán de complacer a la gente. No diluyan la verdad por popularidad. Necesitamos un liderazgo valiente e inflexible que tema a Dios más que al hombre. que sean lideres con pureza e integridad. 

Además, el becerro de oro refleja nuestra tendencia a volver a las viejas mentalidades. El toro era un gran símbolo  en el culto egipcio. Los israelitas, recién liberados de Egipto, volvieron a lo familiar. 

El toro Apis en la religión egipcia era un ídolo que simbolizaba fuerza, fertilidad y divinidad. Ante la incertidumbre, a menudo nos aferramos a viejos sistemas y patrones culturales en lugar de confiar en Dios y  esperar el tiempo de Dios.

Una promesa quíntuple

Lo que hace que este segundo encuentro y promesa en Éxodo 34:10 sea más poderoso es quíntuple.

Primero, Dios promete maravillas mayores que nunca : «Haré milagros como nunca se han hecho en toda la tierra». Estas no son señales repetidas; son señales  inauditas.

 Esto fue en respuesta a la petición de Moisés: «Si tu presencia no va con nosotros, no nos saques de aquí» (Éxodo 33:15). Dios decía: «Porque me complazco en ti, haré lo que me has pedido».

En segundo lugar, Dios establece un nuevo pacto. El uso de la palabra "mira" o "escucha" en hebreo ( hinneh ) indica algo extraordinario. Incluso después de un profundo fracaso, 

Dios decide establecer un nuevo pacto. No es una versión inferior nacida de la decepción. Es un pacto forjado en la misericordia, diseñado para una intimidad más cercana y profunda.

En tercer lugar, la obra de Dios sería pública e innegable. «Todo el pueblo entre quienes estás verá la obra del Señor». Esta restauración no sería oculta ni privada; sería visible. Cuando Dios te restaure, quienes te rodean lo verán. Todos verán la gloria de Dios en tu vida y familia. 

En cuarto lugar, Dios dice: «Haré algo asombroso con ustedes». La palabra hebrea para «asombroso» ( yare' ) significa algo maravilloso  que causa temblor, asombro y temor reverente. No se trataba solo de milagros, sino de una colaboración. Dios no solo obraba para ellos, sino obrará por medio de  ellos. y lo haria de manera poderosa e impactante!

y lo que estaban a punto de comenzar sería más glorioso, tal como sucede con nosotros. 

Después de que Moisés recibió las segundas tablas, su rostro resplandeció con la gloria de Dios, tanto que el pueblo temía acercarse a él. Tuvo que usar un velo al dirigirse a ellos. 

Pablo hace referencia a este momento en 2 Corintios 3:7-8, afirmando que si el antiguo pacto llegó con una gloria que se desvanecía, ¡cuánto más glorioso sería el ministerio del Espíritu bajo el nuevo pacto! La gloria en la que ahora viviremos sera cada vez mayor. No se desvanecerá sino que crecerá. 

La gloria postrera de esta Casa sera mayor que la primera y yo llenare con mi paz ( shalom) esta Casa!

Estamos 

"Mi presencia es todo lo que necesitas"

El Señor dice: «Mi presencia es todo lo que necesitas». Este es el momento de volver a la montaña. Es el momento de volver a su presencia y permitirle reescribir y de restaurar  lo que se rompió.

 Este no es un tiempo de condenación, sino un tiempo de una poderosa  visitación divina. Como Moisés, Dios te llama a subir de nuevo a la montaña. para ver su gloria.

Como María, te invita a sentarte a sus pies. Has pedido su gloria, y él te responde y dice  ^^Mi presencia ira contigo y te daré descanso.^^

Prepárate. No se trata solo de restauración personal. Dios está a punto de obrar  poderosos milagros que nunca se han hecho en tu vida ni en tu nación. 

El becerro de oro debe desaparecer. La transigencia debe terminar. La demora no fue negación, sino una  preparación. 

Ahora, Él está reescribiendo tu historia con una gloria mayor que jamás hayas conocido.

El Señor dice: “Este es el momento de venir a Mi presencia y permitirme reescribir lo que he escrito, restaurar lo que fue roto.

Este es un tiempo en el que encontrarás mi corazón íntimo hacia ti. No es tiempo de condenación, sino de una poderosa visitación divina.

Al igual que Moisés, te vuelvo a invitar a subir a la montaña. Al igual que María, te vuelvo a invitar a sentarte a mis pies. Para tener comunión intima  conmigo. 

Has pedido mi gloria, mi presencia manifiesta, y te digo que mi presencia irá delante de ti y te daré descanso. De hecho, toda mi bondad te acompañará y experimentarás mi mano misericordiosa sobre ti en este tiempo. La pregunta es: ¿crees que puedo hacer esto por ti? ¡Porque según tu fe, te sucederá!

Tus fracasos anteriores no me hacen hacer menos, ¡sino más! Mira, hay un pacto contigo por medio de mi Hijo Jesús, y haré milagros nunca antes realizados. De hecho, todos a tu alrededor verán mi poder en tu vida y en la vida de tu país. ¡Porque tus sufrimientos actuales no son comparables con la gloria que revelaré!

MI PRESENCIA ES TODO.

"Este es el momento de deshacerse del becerro de oro, de todo lo que ha reemplazado Mi presencia, porque Mi presencia es todo lo que necesitas.

Este no es tiempo de impaciencia. Es tiempo de vivir con plena  fe y confianza. Porque nunca  llego tarde, como algunos piensan; llego justo a tiempo. 

Este no es momento de mezclar la verdad con el engaño, sino un llamado al amor valiente e incondicional.

 Es momento de dejar de volver a las viejas mentalidades, porque estás entrando en una revelación de segunda oportunidad. 

Lo que estoy a punto de hacer en tu vida es más grande y glorioso de lo que jamás hayas experimentado.

Tu restauración será innegable, pues es una obra asombrosa la que haré, ¡una obra que me glorificará! Porque si el ministerio que trajo muerte vino en gloria, ¿cuánto más lo hará el ministerio de mi Espíritu? Mi Espíritu, el Espíritu de Vida, te ministrará. 

Prepárate para vivir un agosto maravilloso y glorioso, pues al deshacerte del becerro de oro, ( idolos) entrarás en una gloria  mayor. ¡  prepararáte para  ver grandes milagros nunca antes realizados en tu vida ni en la de tu país!

Pr Yvonne Attia. 

HEBREOS 4.16

Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad!

2 Crónicas 7:14 dice: "Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, (mi presencia)y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra." En resumen, Dios promete escuchar, perdonar y sanar si su pueblo se arrepiente y busca su rostro. 

Explicación:

La frase es una promesa condicional de Dios a Israel. El versículo establece una serie de condiciones que deben cumplirse para que Dios responda con bendiciones. Estas condiciones son: 

Humillación: El pueblo debe reconocer su propia insuficiencia y arrepentirse de sus pecados.

Oración: Deben buscar la presencia de Dios a través de la oración.

Búsqueda del rostro de Dios: Implica un deseo genuino de conocer la voluntad de Dios y vivir de acuerdo con ella.

Conversión: Deben apartarse de sus malos caminos y cambiar su forma de vida. 

Si estas condiciones se cumplen, Dios promete:

Oír desde los cielos: Escuchará las oraciones de su pueblo y atenderá sus necesidades. 

Perdonar sus pecados: Borrará sus faltas y les ofrecerá su gracia. 

Sanar su tierra: Restaurará la prosperidad y el bienestar de la nación. 

Este versículo es un llamado al arrepentimiento y a la búsqueda de Dios, ofreciendo esperanza y restauración a aquellos que se vuelven a Él con sinceridad.

Traducido y enviado por Red de Intercesores de América. Pr Willy Hamel.  Siguenos en las redes!!