lunes, 16 de enero de 2017

ABIGAIL UNA MUJER SABIA Y PRUDENTE (SERIE GRANDES MUJERES DE FE)


ABIGAIL  UNA MUJER SABIA Y PRUDENTE 

POR WILLY Y KARINA HAMEL  MISIONEROS CRISTIANOS 

 RED DE INTERCESORES DE AMERICA  

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ABIGAIL, la hermosa y sabia esposa del rico hacendado  Nabal  esta  preparando una rica comida, para todos, es un dia de fiesta, ella es una mujer valiente y diligente, muy conocida por su hermosura, y  prudencia y por su  devocion a Dios.  De pronto    llega muy agitado,  un joven de los pastores que cuidan su gran rebano  en el desierto,  Abigail puede ver el terror  en el rostro del joven  pastor que le está hablando. Y él tiene   serias razones para estar tan asustado, pues  hay una gran amenaza , y un  peligro se les viene encima. David, el heroe de Israel y sus cuatrocientos guerreros se dirigen hacia allí dispuestos a matar a todos los varones de la casa de ella y su esposo, Nabal. 
Todo esto a sucedido   por culpa del propio Nabal. Como de costumbre, se ha comportado de forma  insensata egoista  e imprudente.  Pero esta vez  Nabal se  metió con la persona equivocada: con David jefe  de un grupo de leales y experimentados guerreros del desierto . Es por eso que este joven pastor —quizás uno de  los ayudantes principales de  los pastores que trabajan para Nabal — vaya a contárselo a Abigail, con la esperanza de que a ella se le ocurra algo para evitar la tragedia. Y la muerte de todos. Sin embargo, ¿qué podría hacer una mujer contra todo un ejército de enojados guerreros?
¿Qué podría hacer una sencilla  mujer  israelita contra todo un ejército de guerreros?

Abigail una  mujer hermosa  prudente sensata y hermosa

pero su esposo  Nabal era un hombre dificil. De caracter  violento .Era conocido por su nerviosismo y sus  ataques de ira. Acostumbraba  insultar y golpear a sus trabajadores. A embriagarse y perder los estribos. Tambien era muy celoso y egoista.    Difícilmente podría decirse que Abigail y Nabal eran  una pareja ideal.  Él tuvo la bendicion  de hallar  una mujer hermosa  como Abigail, pero ella salió perdiendo en el acuerdo. Es cierto, Nabal era  muy poderoso y  rico, y seguro que eso lo hacía sentirse importante. Pero en la Biblia cuesta encontrar a otro personaje del que se hable con tanto desprecio. De hecho, su propio nombre significa “Insensato” o “Estúpido”. No se sabe si fue el nombre que le pusieron al nacer o un apodo que él mismo se ganó con el tiempo. 
  Nabal era un hombre  “áspero y malo en sus prácticas”. Era un bravucón y un borracho, un hombre temido y, a la vez, despreciado por todos (1 Sam. 25:2, 3, 17, 21, 25).
Abigail era  buena  y era  totalmente diferente. Su nombre significa “Mi Padre Se Ha alegrado”. Todo padre se siente orgulloso de que su hija sea hermosa, pero si es un buen padre, le importará más que sea sabia y prudente  como persona. Por desgracia, a veces, quienes disfrutan de belleza física no se molestan en cultivar su personalidad y desarrollar virtudes como la sensatez, la sabiduría, la valentía y la fe. Pero Abigail no cometió ese error. Según la Biblia, además de ser hermosa, era prudente  sensata y discreta (lea 1 Samuel 25:3).
Entonces, ¿por qué se casó esta joven tan  buena inteligente y capaz con un hombre tan insensato como Nabal? Recordemos que en aquellos tiempos se tenía muy en cuenta la opinión de los padres a la hora de casarse. Tanto es así que muchos concertaban el matrimonio de sus hijos. Aun cuando este no fuera el caso de Abigail, puede que sus padres la presionaran a casarse con Nabal, tal vez deslumbrados por su riqueza y prominencia, o motivados por las dificultades económicas. La triste realidad es que Nabal —a pesar de todo su dinero— no fue una buena elección.
Los padres sabios y temerosos de dios enseñan a sus hijos a respetar la  institución del matrimonio. Por eso no los animan a casarse por dinero, ni los presionan para que empiecen a salir con alguien cuando todavía no tienen la madurez necesaria . Pero el caso es que Abigail ya estaba casada y no había vuelta atrás, así que se esforzó por ser la mejor esposa posible dentro de sus circunstancias. y sacar adelante su hogar. Ella hallaba gran consuelo en su fe  y en la oración. Acudia siempre a presentar ofrendas al templo de Dios. Y era muy buena  y generosa con los siervos de Dios.  
 Pero ahora todos corren un gran peligro ahora las cosas han llegado a un punto crítico. Nabal el insensato  ha ofendido ni más ni menos que a David. Jehová había elegido a este siervo fiel como sucesor del rey Saúl y le había ordenado al profeta Samuel que lo ungiera (1 Sam. 16:1, 2, 11-13). Escapando de la furia asesina del celoso rey Saúl, David y sus 600 hombres se refugiaron en el desierto. Y pasan por muchas necesidades. 
Nabal vivía en Maón, tenía sus numerosos rebaños 
 Nabal viva en Maon  y tenia  algunas tierras— en las cercanías del  Carmelo.  El lugar era ideal para que pastaran las miles de  ovejas de Nabal, pues ambas ciudades estaban situadas en mesetas con abundante pasto. El resto de la región era seca y árida: al sur estaba el vasto desierto de Parán; y en dirección este,  estaba el mar Salado (llamado hoy mar Muerto). Era en estas regiones de barrancos y cuevas donde David y sus hombres se escondian y sobrevivían a duras penas alimentándose de lo que cazaban. Y de la ayuda dealgunos hombres buenos. Y es probable que se cruzaran a menudo con los jóvenes pastores del adinerado Nabal.Los hombres de David trataron bien y con respeto a esos pastores. Cuidaron dee llos.
 En vez de apropiarse de alguna que otra oveja —como sin duda habrían podido hacer—, estos curtidos soldados fueron como un muro protector para los siervos y rebaños de Nabal (lea 1 Samuel 25:15, 16). Y es que aquellos pastores se enfrentaban a muchos peligros. Por un lado, abundaban por allí los animales salvajes y, por otro, al estar cerca de la frontera sur de Israel, eran habituales los ataques de saqueadores extranjeros. De los filisteos .
Muchas veces las aldeas de la zona fronteriza eran asoladas por los saqueadores extranjeros. Sin embargo DAVID y sus hombres protegian a los pobladores de esas aldeas.  
De seguro,ellos pasaban por serias necesidades y a  David no le era fácil alimentar a tantos hombres en aquellas tierras desérticas. y alejadas. Se entiende, por lo tanto, que cierto día enviara a 10 mensajeros para pedirle ayuda a Nabal. David  fue prudente y eligió un buen momento: la época en que se esquilaban las ovejas, pues solían celebrarse grandes fiestas  y entre la gente reinaba un espíritu alegre y dadivoso.  Era una buena epoca. También eligió bien sus palabras: se dirigió a Nabal de forma   muy respetuosa educada y cortés. Se refirió a sí mismo con la expresión “tu hijo David”, tratándolo así con el respeto que se le debe a un padre, posiblemente por consideración a su edad. 
Sin embargo cuando los jovenes emisarios de David llegaron a la casa de Nabal, y hablaron con el .Nabal los desprecio. 
 Nabal  reaccionó muy mal, por ser un hombre egoista   se  puso  muy furioso! el grito muy fuerte  y humilló a los jovenes.  Según el joven que le describió la escena a Abigail, Nabal “les gritó insultos” a los mensajeros. Los trató con desprecio. Dando a entender que David era un simple esclavo fugitivo, se negó a enviar alguna  ayuda y   de compartir su pan, agua y carne. Incluso se burló de él, tratándolo como a un don nadie. Fueron palabras de gran desprecio. Contra  David.  Quizá Nabal lo despreciaba tanto como Saúl. Pero ninguno de estos dos hombres tenía en cuenta lo que pensaba  Jehová: él amaba a David y, en vez de considerarlo un esclavo rebelde, lo veía como  su amado y su ungido  el futuro rey de Israel (1 Sam. 25:10, 11, 14).
Cuando David se enteró,  del desprecio de Nabal  y de sus insolentes palabras se enojó mucho .Y ordenó a sus hombres y le dijo  “¡Cíñase cada uno su espada!”. Y tras armarse él también, con su espada emprendió el camino con 400 hombres, dispuesto a cumplir su juramento de eliminar  a todos los varones de la casa de Nabal (1 Sam. 25:12, 13, 21, 22). Su indignación estaba justificada, pero su forma de expresarla estaba mal. Tal como dice la Biblia, “la ira del hombre no obra la justicia de Dios” (Sant. 1:20). Ahora bien, ¿qué podía hacer Abigail para salvar a sus seres queridos ?

Como vimos al principio , Abigail con su prudencia dio  el primer paso para corregir el terrible error de Nabal: ha estado dispuesta a escuchar. ¡Qué gran diferencia con su marido! Nabal es tan necio que el joven siervo ni siquiera ha intentado hacerle ver el peligro que se avecina; de hecho, llega a describirlo como “un sujeto que [...] no sirve para nada”, un hombre a quien “no se le puede hablar” (1 Sam. 25:17).

 Para su propio mal, el insensato y arrogante Nabal se cree tan importante que no escucha a nadie, una actitud que sigue siendo muy común hoy. Es una actitud que  traera grandes males. Pero como Abigail no es como Nabal , es lógico que su criado haya acudido a ella.
A diferencia de Nabal, Abigail era humilde  y sabía escuchar a los demas
Dándose cuenta de  la gran amenaza y de  la gravedad de la situación, “en seguida Abigail se apresuró” a actuar. Está claro que es una mujer decidida. En este relato se le atribuye cuatro veces la acción de apresurarse o darse prisa a hacer algo. ¿Y qué es lo que hace en esta ocasión? Decide actuar  rapidamente. Ella se apresura y reúne generosas cantidades de pan, vino, carne de oveja y grano tostado, así como tortas de pasas y de higos, para llevárselas a David y a sus hombres. Es obvio que esta prudente  mujer administra bien su hogar y sabe las provisiones con las que cuenta. Sin duda, es como la esposa ejemplar descrita en el libro de Proverbios (Prov. 31:10-31). Luego manda a sus siervos que se adelanten con el cuantioso regalo, y ella los sigue detrás sola. “Pero —según el relato— no informó nada a su esposo.” (1 Sam. 25:18, 19.)
¿Indica esto que Abigail no respetaba la autoridad de su esposo como cabeza de familia? De ninguna manera. Recordemos que la vida de muchos hombres inocentes está en juego porque Nabal trató con  insolencia y falta de respeto al hombre que Dios había elegido para ser rey. Si ella se quedara de brazos cruzados, ¿no estaría compartiendo hasta cierto grado la culpa de Nabal? Abigail reconoce que, ahora más que nunca, le debe obediencia y lealtad a Dios antes que a su esposo.
Poco después, Abigail se encuentra con David y sus hombres. En cuanto los ve, se baja del asno y se inclina ante David (1 Sam. 25:20, 23). Humildemente se disculpa y, de forma muy emotiva, le implora que tenga piedad de su esposo y su casa. Veamos lo que dice para tocar el corazón de David.

Abigail se baja de su burro y se humilla delante de David
Para empezar, con su característica   sabiduría Abigail   habla con humildad  y  asume la culpa por el error de Nabal y le pide a David que la perdone. Ella esta intercediendo por su familia. Este es un ejemplo de intercesion. Ella se pone con humildad en lugar de la persona por la que ella intercede. Después reconoce que su esposo es tan insensato como su propio nombre lo indica. Con estas palabras, disculpa a su esposo  y  da a entender a David que no vale la pena que se rebaje a castigarlo. Además, demuestra que ve a David como un representante de Dios al afirmar que él pelea “las guerras de Jehová”. También conoce la promesa divina de convertirlo en rey, pues declara: “Jehová [...] ciertamente te comisionará como jefe y rey  sobre Israel”. Incluso le dice que no manche sus manos de sangre, un error que luego perturbaría —o haría “trastabillar”— su conciencia (lea 1 Samuel 25:24-31). ¡Qué sabias y conmovedoras palabras!
 Tras aceptar los alimentos , David  muy asombrado  exclama: “¡Bendito sea Jehová el Dios de Israel, que te ha enviado este día a mi encuentro! Y bendita sea tu prudencia , y bendita seas tú que me has restringido este día de derramar  sangre”. David  la alaba por tener el valor de ir a buscarlo , y admite que ella le ha impedido cometer un grave pecado. “Sube en paz a tu casa”, dice. Y humildemente añade: “He escuchado tu voz” (1 Sam. 25:32-35).

De camino a su casa, es probable que Abigail se quede pensando en aquella conversación. ¡Qué diferente es el fiel y amable David del hombre necio con el que está casada! Aun así, no le da vueltas a lo que no puede cambiar. 

Mientras regresaba  con su  caravana se movía con lentitud, cantaba a viva voz. Te alabaré, Señor. En medio de las gentes pronunciaré tu nombre. El eco de mi voz agradecida se extenderá por entre las naciones. Porque te dignaste hoy a salvarme la vida y honraste a los míos. Sólo tú eres santo. Eterna y para siempre tu misericordia. Al llegar a casa, encontró a su marido bebiendo y comiendo con algunos vecinos, los únicos dispuestos a darle siempre la razón. Como tantas veces, estaba ebrio. El vino era la única cosa que alegraba su espíritu. En medio de su necedad. 

 L La biblia  nos cuenta que Abigail  por la mañana entró donde Nabal”. Está claro que regresa rápidamente con su torpe marido decidida a sacar adelante su matrimonio como mejor pueda.  Además, debe informar a Nabal del riesgo  regalo que les ha llevado a David y sus hombres para evitar la matanza. Al fin y al cabo, tiene derecho a saberlo. Sería una deshonra para él enterarse por otra fuente, así que ella misma decide contárselo todo. Sin embargo, no puede hacerlo al llegar, ya que Nabal está celebrando un banquete digno de un rey y se ha emborrachado a más no poder (1 Sam. 25:36).

Abigail hablando valientemente con Nabal

Abigail fue muy hermosa y valiente y le contó a Nabal lo que había hecho para salvarlo a el y su familia
Demostrando una vez más su inteligencia  y su  buen juicio, Abigail decide esperar a contárselo por la mañana, cuando los efectos del alcohol se le hayan pasado

Qué virtud tan especial y valiosa, aunque escasa, es la paciencia! Abigail  a pesar de sentirse angustiada y ansiosa, aguardó el momento ideal para hablar con su esposo . Hacemos bien en seguir su ejemplo, ya  que todos en ocasiones veamos cosas que deban corregirse. 
 Si intentamos convencer a alguien con autoridad para que resuelva un problema, tal vez tengamos que imitar a Ester y ser pacientes. Proverbios 25:15 señala: “Por paciencia se induce a un rey”. Si esperamos el momento oportuno y hablamos con apacibilidad y bondad, como hizo Abigail, podremos “quebrar” cualquier resistencia, aunque sea tan dura como un hueso. ¿Bendijo Jehová, el Dios de Abigail, su paciencia y sabiduría?

Pero también ella  demuestra valor, pues aunque para entonces ya estará sobrio y podrá entender lo que le diga, también es muy probable que estalle en cólera. Quizás intente golpearla.  Aun así, le cuenta lo sucedido. Para su sorpresa, él no se pone furioso o violento, sino que no reacciona en absoluto: ¡se queda allí sentado, totalmente inmóvil! (1 Sam. 25:37.)
¿Qué le pasó a Nabal? Según el relato, su “corazón [...] llegó a estar muerto dentro de él, y él mismo quedó como una piedra”. Tal vez sufriera algún tipo de ataque; probablemente un derrame . el caso es que murió unos diez días después, y no se debió solo a un problema de salud. La Biblia dice que “Jehová hirió a Nabal, de modo que murió” (1 Sam. 25:38).Dios hizo justicia a David y tambien a su sierva fiel  Abigail .  Así pues, el difícil matrimonio de Abigail llegó a su fin gracias al merecido castigo que Dios le impuso a Nabal.   Sin embargo, este relato nos recuerda que a Dios  no se le escapa ningún caso de abuso de poder o trato cruel dentro del hogar y que, a su debido tiempo, Dios  hará justicia (lea Lucas 8:17).
Sin lugar a dudas, fue una bendición para  la hermosa  Abigail verse libre de aquel hombre, pero Jehová le tiene reservada otra recompensa más. Cuando David se entera de que Nabal murió, le propone matrimonio mediante unos mensajeros. ¿Cómo responde ella? “Aquí está tu esclava como sierva para lavar los pies de los siervos de mi señor”, contesta. ¡Qué gran humildad la suya! Ni siquiera ante la perspectiva de ser la esposa de David se cree superior a los demás; incluso está dispuesta a servir a los soldados lavándoles 
 los pies.
 El relato sigue diciendo que, con la decisión que la caracteriza, se pone en marcha para ir donde David (1 Sam. 25:39-42).
¿Significa esto que ahora la vida de Abigail sería un cuento de hadas? Claro que no, pues ser la esposa de David no siempre sería fácil. Como en aquel tiempo Dios permitía la poligamia, David ya tenía otra esposa, Ahinoam, así que Abigail seguramente se enfrentó a los mismos problemas que otras siervas de Dios que formaban parte de matrimonios polígamos. Además, a David todavía le quedaban muchos obstáculos por superar antes de convertirse en rey. Con todo, la abnegada vida que Abigail llevó junto a David —a quien le dio un hijo— se vio recompensada con el amor y la protección que él le brindó. En una ocasión incluso la rescató de unos malhechores que la habían secuestrado (1 Sam. 30:1-19). Sin duda, David supo valorar la sensatez, la valentía y la lealtad de esta mujer, cualidades que Jehová también tiene en alta estima en todas sus siervas.
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