LA HERMOSA ORACION DEL SALMO 23. SALMO DE DAVID
POR WILLY HAMEL
El Señor es mi pastor, nada me faltará;
2 en verdes pastos me hará descansar.
Junto a tranquilas aguas me conducirá;
3 me dará nuevas fuerzas.
Me guíará por sendas de justicia
haciendo honor a su nombre.
4 Aun si voy
por valles tenebrosos,
no temeré ningún mal
porque tú estás a mi lado;
tu vara y tu bastón me reconfortan. Me dan seguridad.
5 Dispones ante mí un banquete
en presencia de mis enemigos.
Unges con aceite mi cabeza;
Y llenas mi copa a rebosar.
6 Seguro estoy de que la bondad y el amor
me seguirán todos los días de mi vida;
y en la casa del Señor
habitaré para siempre.
El Salmo 23 quizás sea el salmo más conocido de la Biblia. Y es un gran modelo para orar cada dia. El salmo 23
es un salmo muy conocido y que expresa fe y confianza en el cuidado de nuestro Dios y Padre celestial. Como el gran Pastor que nos ama y nos cuida.
En medio de la incertidumbre y los problemas de esta vida, el salmista se pregunta de dónde vendrá su ayuda. Sin embargo, él mismo responde con certeza: El Señor es mi pastor y nada me faltará. Él no tenía dudas: el Dios creador de los cielos y la tierra es quien tiene el poder para guardarnos de todo mal. El es nuestro pastor que con amor y fidelidad nos guia por los senderos de nuestra vida. Hacia lugares de verdes pastos de provisión abundante. Hacia lugares de refrigerio. Dios va a nuestro lado como un poderoso gigante y no tenemos nada que temer. Nuestra única tarea debe ser caminar a su lado y seguir sus pisadas. Seguir su dirección.
Todo el Salmo 23 nos debe inspirar para orar y también es un cántico que expresa esa convicción y nos ayuda a fortalecer nuestra confianza en Dios. En medio de los problemas de esta vida. Sea cual sea la situación que enfrentemos, de día o de noche, llegando o saliendo de un lugar, contamos con la protección del Dios todopoderoso. De nuestro Señor Jesucristo. Con esa confianza podemos avanzar por la vida, manteniéndonos firmes en nuestra fe.
Es por eso que debemos poner la mirada en nuestro Pastor y no mirar las circunstancias negativas que nos rodean. Ciertamente este mundo es un valle de sombras oscuras, está lleno de amenazas, por eso debemos fijar nuestra mirada en Jesús nuestro bendito pastor.
Es por eso que al mirar la situación y ves lo que sucede a tu alrededor, puede parecer que la oscuridad es muy grande y que los problemas son demasiado grandes. Y puede que te preguntes si habrá alguna seguridad en este mundo tan incierto e inestable.
Este precioso Salmo nos dice que en nuestro Dios podemos hallar paz y seguridad. Él es el buen pastor,que nunca nos dejará, que siempre estará a nuestro lado para guiarnos y protegernos. Para suplir todas nuestras necesidades sean espirituales o materiales.
La vida de David estuvo llena de grandes crisis y muchas dificultades. Fue injustamente perseguido, varias veces tuvo que huir para salvar su vida. Tuvo que escapar al desierto donde paso grandes necesidades. ¡Pero el Señor siempre lo ayudó y siempre lo libró! El Salmo 23 nos habla de la fidelidad de Dios que como un padre bueno, un pastor generoso cuidó de David. Todo creyente puede apropiarse las palabras de este salmo. Y orar con el cada día. Recordar que no estamos solos,en medio de este valle de sombras es bueno para nuestra alma.
En cualquier lugar donde usted se encuentre, el Señor lo escucha y puede librarlo de sus miedos. Y puede guiarlo por sendas de justicia. Incluso el más humilde de los hombres puede invocar a Dios, el gran Dios del universo, nuestro Creador, quien lo escucha y lo libera.
Seas rico o pobre, joven o viejo, sano o enfermo, el Dios que escuchó y liberó a David también te escuchará . El tiene poder para ayudarte y para darte la victoria. El es nuestro poderoso gigante.
Nuestro Dios es bueno y fiel y siempre cumple sus promesas, El es más grande que todos los problemas y peligros. No hay nada ni nadie más poderoso que nuestro Dios. Jesucristo. Es por eso que puedes poner toda tu confianza en él, sabiendo que él puede protegerte y mantenerte seguro. Podemos confiar en sus grandes promesas y en su fidelidad.
El dijo en la Biblia.
^^No temas porque yo estoy contigo, no desmayes porque yo soy tu Dios que te esfuerzo, siempre te ayudaré y siempre te sostendré con mi diestra poderosa ^^ Isaías 41.10
MIRA LAS PROMESAS DEL SALMO 34.
Busqué al Señor, y él me oyó, y me libró de todos mis temores. El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, y los defiende. Gustad, y ved que es bueno el Señor; dichoso el hombre que confía en él. Temed al Señor, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen. Los ojos del Señor están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos. (Salmo 34:4, 7-9, 15)
La vida de David estuvo marcada por muchas dificultades. Fue perseguido, varias veces tuvo que huir para salvar su vida. ¡Pero el Señor siempre lo libró! El Salmo 34 nos habla de ello. Todo creyente puede apropiarse las palabras de este salmo.
En cualquier lugar donde usted se encuentre, el Señor lo escucha y puede librarlo de sus miedos. Incluso el más humilde de los hombres puede invocar a Dios, el gran Dios del universo, quien lo escucha y lo libera. Sea rico o pobre, joven o viejo, sano o enfermo, el Dios que escuchó y liberó a David también lo escucha.
“Los ojos del Señor están sobre los justos”. ¿Quiénes son estos justos? Los que “temen” al Señor, es decir, los creyentes que lo aman y buscan agradarle.
Probablemente sus condiciones de vida son tan difíciles que usted piensa que todo está en su contra. Se siente solo, desanimado, amargado, y la vida parece cada vez más difícil.
En estas circunstancias, recuerde que nunca está solo, ni siquiera en el día más sombrío. El mismo Señor que tenía los ojos puestos sobre su siervo David, vela por usted en este momento. El mismo Dios que dirigió fielmente a David y lo cuidó, también escucha sus clamores. David confió en Dios y fue liberado. ¡Usted también puede confiar en él!
*Dios te bendiga*
Ddddddd
El salmo 121 también es un salmo muy conocido y que expresa fe y confianza en el cuidado de Dios. En medio de la incertidumbre y los problemas, el salmista se pregunta de dónde vendrá su ayuda. Sin embargo, él mismo responde con certeza: "Mi socorro viene del Señor". Él no tenía dudas: el Dios creador de los cielos y la tierra es quien tiene el poder para guardarnos de todo mal.
Todo el Salmo 121 es un cántico que expresa esa convicción y nos ayuda a fortalecer nuestra confianza en Dios. Sea cual sea la situación que enfrentemos, de día o de noche, llegando o saliendo de un lugar, contamos con la protección del Dios todopoderoso. Con esa confianza podemos avanzar por la vida, manteniéndonos firmes en nuestra fe.
Salmo 121
Alzaré mis ojos a los montes.
¿De dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene de Jehová,
que hizo los cielos y la tierra.
3 No dará tu pie al resbaladero
ni se dormirá el que te guarda.
4 Por cierto, no se adormecerá ni dormirá
el que guarda a Israel.
5 Jehová es tu guardador,
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
6 El sol no te fatigará de día
ni la luna de noche.
7 Jehová te guardará de todo mal,
él guardará tu alma.
8 Jehová guardará tu salida y tu entrada
desde ahora y para siempre.
Explicación del Salmo 121c
¿En qué o en quién confías para que te proteja? ¿En la policía? ¿En el dinero? ¿En la familia? ¿En la reputación? La verdad es que todas estas cosas pueden fallarnos tarde o temprano. Pero en el Salmo 121 vemos en quién podemos confiar.
Alzaré mis ojos a los montes.
¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová,
que hizo los cielos y la tierra.
(Salmo 121:1-2)
Dios no es como las cosas de este mundo. Él no necesita dormir, no comete errores ni tiene debilidades. ¡Dios tiene todo el poder! Él nunca falla.
Cuando miras tu situación y ves lo que sucede a tu alrededor puede parecer que los problemas son demasiado grandes. Y puede que te preguntes si en realidad hay alguna seguridad en este mundo. Este Salmo nos dice que en Dios sí hay seguridad. Él es más grande que todos los problemas y peligros. No hay nada ni nadie más poderoso que Dios. Es por eso que puedes poner toda tu confianza en él, sabiendo que él puede protegerte y mantenerte seguro.
Dios está a tu lado: la razón de tu seguridad
Todos los cristianos enfrentan problemas. Pero cuando tienes a Dios a tu lado, el mal verdadero no logra alcanzarte. El Salmo 121 compara a Dios con una sombra que te protege de la fuerza del sol. Cuando Dios está a tu lado, él te cubre y te protege de los peores ataques.
Si amas a Jesús, no necesitas tener miedo. En él tienes tu seguridad. Dios nunca cambia y no te abandonará jamás ni siquiera en las situaciones más difíciles. Esto no quiere decir que no vayas a sufrir, sino que aun en medio de todo lo que enfrentes, Jesús guardará tu alma. Unido de la mano con Jesús, no te podrán destruir. Dios es y será en todo tiempo tu refugio y tu seguridad.
Este precioso Salmo habla sobre 3 características de la presencia protectora de Dios. Al meditar sobre esas características podrás encontrar fuerzas para superar tus miedos, sintiéndote seguro en el Señor.
Dios te protege constantemente
No dará tu pie al resbaladero
ni se dormirá el que te guarda.
Por cierto, no se adormecerá ni dormirá
el que guarda a Israel.
(Salmo 121:3-4)
Dios no necesita dormir. Un guardia nocturno puede tomar una corta siesta de vez en cuando mientras hace su trabajo. Pero nuestro Dios no duerme ni toma siestas. Él está siempre alerta y puedes confiar en su cuidado constante.
La presencia protectora de Dios es personal
Jehová es tu guardador,
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
(Salmo 121:5)
Como una sombra que te protege o como tu propia sombra a tu diestra que permanece junto a ti mientras caminas, así es la presencia protectora de Dios. La presencia de Dios es personal, cercana y cuidadosa. El Señor está a tu lado en todo momento.
La protección de Dios es completa
El sol no te fatigará de día
ni la luna de noche.
Jehová te guardará de todo mal,
él guardará tu alma.
Jehová guardará tu salida y tu entrada
desde ahora y para siempre.
(Salmo 121:6-8)
En las regiones desérticas hace mucho calor durante el día y mucho frío durante la noche. La presencia protectora de Dios es completa, sea debajo del sol o de la luna, durante la salida o la llegada. Es una protección eficaz contra todo mal, una que dura para siempre.
Podemos vivir seguros, con la certeza de que la presencia protectora de Dios es constante, personal y completa. ¡No tengas miedo! Confía tu vida en las manos de Dios porque él cuida de ti.
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