martes, 14 de septiembre de 2021

ANDANDO EN LA UNCION Y LA GLORIA DE DIOS. por Willy Hamel

ANDANDO EN LA UNCION Y LA GLORIA DE DIOS. 

La GLORIA POSTRERA de esta casa sera mayor que la primera. 

Creo que hay una sola cosa que puede mantenernos caminando hacia adelante en los tiempos dificiles que se aproximan - y esa es la revelacion  de la gloria de Dios.  Necesitamos tener una clara revelacion de lo que es la  gloria de Dios. Dice Isaias 60. 

60  Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.

2 Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá (brillara la gloria) Jehová, y sobre ti será vista su gloria. (resplandor)

3 Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.(de la luz de tu amanecer)

Ahora, esto puede parecerte como un concepto muy  elevado , uno que hay que dejárselo a los teólogos.  Pero estoy convencido que el asunto de la gloria de Dios tiene un valor real y práctico para cada  hijo de Dios.  Entenderlo nos ayudará a   tener grandes victorias en estos dias finales. 

La gloria divina es un motivo importante a lo largo de la teología cristiana, donde Dios  nuestro Creador  es considerado como el ser más   magnifico y glorioso del universo, y se considera que los seres humanos son creados a imagen de Dios y pueden participar y ser  Portadores de su gloria. Como antorchas que brillan en la oscuridad  de este mundo.  (Así se instruye a los cristianos a «que vuestra luz brille delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras ( buen comportamiento)  y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos»).

«Gloria» es una de las palabras más comunes en las Escrituras. En el Antiguo Testamento, la palabra se usa para traducir varias palabras hebreas, incluyendo Hod (הוד) y kabod, y en el Nuevo Testamento se usa para traducir la palabra griega doxa (δόξα).

 La palabra hebrea  utilizada es kabod (K-B-D) originalmente significa «peso» o «pesadez». La misma palabra se utiliza entonces para expresar  el honor y la majestad. Las versiones griegas de la Biblia hebrea tradujeron este concepto con la palabra δόξα, que también fue utilizada extensivamente en el Nuevo Testamento. Doxa originalmente significa «juicio, opinión», y por extensión, «buena reputación, honor». 

En este estudio,    descubriremos dos importantes verdades en este asunto:

1.  La gloria de Dios es una poderosa revelación de la naturaleza y  el ser del Señor.

Recordemos que en el Antiguo Testamento Moisés recibió un indicio, um adelante  de la gloria de Dios. Antes de eso, Dios envió a Moisés sin explicación alguna , aparte de las palabras "YO SOY".  Pero Moisés queria saber más de Dios.  Asi que  Moisés le rogó  persistentemente: "Señor, muéstrame tu gloria."

Dios le respondió tomando a Moisés y poniéndolo en la hendidura de una roca.  Entonces, dicen las Escrituras, que se reveló a Moisés en toda su gloria: "Y pasando Jehová por delante de el, proclamó: Jehová! Jehová! Fuerte y misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado." (Ex. 34:6-7).

Creo que este pasaje es esencial para nuestro entendimiento de quién es nuestro Dios.   A menudo, cuando pensamos acerca de la gloria de Dios, pensamos en su majestuosidad y esplendor, su poder y dominio, o alguna manifestación  especial  en  medio su pueblo, tales como una   reunión poderosa  de adoracion.  Todas estas cosas pueden ser el resultado de experimentar la gloria de Dios.  Pero esta no es la gloria con que El desea que lo conozcamos.

La manera en que Dios quiere que conozcamos su gloria es por medio de la revelación de su compasión y su  grande amor por la humanidad.  Y eso fue precisamente lo que le reveló a Moisés: "Fuerte y misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado"(Ex. 34:6-7). 

El Señor esta siempre dispuesto a mostrar su amor por nosotros, a perdonarnos, inundarnos con su misericordia y restaurarnos!

La revelación de la gloria de Dios tiene un poderoso efecto en aquellos que la reciben, en aquellos que  oran para tener el entendimiento de ella.

Hasta ese momento, Moisés habia visto al Señor como un Dios poderoso, um Dios  de ley y de ira.  Y temblaba delante de la presencia del Señor - pidiendo, clamando y rogando ante El por Israel.  Esta habia sido la base de su relación  personal y  cara a cara con el Señor.

Y ahora, en el primer encuentro con la gloria de Dios, Moisés ya no estaba  temblando y  temeroso del Señor.  Por el contrario, el fue movido a adorar: "Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró" (verso 8).  En ese momento Moisés vio que Dios no solo era trueno, relámpago y trompeta de poderosos sonidos que lo hacian temblar de miedo.  Por el contrario, Dios era amor y compasión y  su naturaleza era una de bondad y de tierna misericordia! Como la de um padre amoroso. 

Puedes ver la verdad inconfundible que las Escrituras nos presentan aqui?  La verdadera adoración emana de corazones que son inundados por la visión de un Dios  que es un padre bueno y  lleno de amor y compasion  por nosotros.  Está basado en la revelación que Dios nos da de si mismo - de su bondad, de su misericordia, de su prontitud para perdonar. El es bueno y perdonador. El es el padre mas bueno y compasivo y generoso de todo el universo. Y nosotros tenemos el gran privilégio de poder conocerlo y tener comunión íntima con el.   Por lo tanto, si hemos de adorar a Dios en espiritu y en verdad, nuestra adoración tiene que estar basada en esta poderosa verdad. 

De hecho, una vez recibimos la revelación de la gloria de Dios, nuestra adoracion tiene que cambiar.  Por que?  Ver su gloria cambia nuestra manera de vivir!  Afecta nuestro aspecto y comportamiento - cambiándonos de "gloria en gloria," haciéndonos más semejantes a El.  Cada nueva revelación de su amor y misericordia nos trae  poderosos  cambios sobrenaturales.

Estoy convencido de que esta es la única manera en que ocurren los cambios perdurables.  No vienen por asistir a conferencias o seminarios, o escuchar predicadores famosos, o de leer mensajes en libros y oirlos en cintas grabadas.  No!  Viene de una revelación personal de Dios!  Y Dios nos ha dado esa revelación de si mismo en Exodo 34.

Al ver la gloria de Dios, también cambia nuestra relación con los demás.  Pablo le dice a la iglesia de Efeso: "Ustedes han visto y probado la gloria de Dios.  Ahora, sean un reflejo de esa gloria a otros!"  "Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo." (Efesios 4:32).

Ahora, déjame hablarte acerca de andar en la gloria de Dios.

1.  La revelación de la gloria de Dios para nosotros, tiene mucho que ver con nuestra comunión intima  con DIOS.

Muchos cristianos hablan de la intimidad con el Señor - andar con El, conocerlo, teniendo comunión íntima .  Pero no podemos tener verdadera comunión con Dios a menos que recibamos en nuestro corazón la completa revelación de su amor, gracia y misericordia. 

La comunión con Dios consiste de dos cosas: 

1.  Recibir el amor del Padre, y 

2.  Corresponder a ese amor. 

El salmista nos anima a entrar por sus puertas - las de Dios, "con acción de gracias, por sus atrios con alabanza."  (Sal.100: 4).  Cuál es la razón por tal alabanza y acción de gracias?  Y por que se nos da esa invitación?  Es porque se nos ha revelado al Dios de Amor  : "Porque Jehova es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones." (verso 5).

Yo sé que cuando voy a mi Señor, no voy a un padre castigador, furioso y demandante.  El no me está esperando con un rostro enojado, ansioso por poner la vara a mi espalda.  El no me está persiguiendo, esperando que yo falle para entonces decirme: "Te atrapé  ahora verás."

No, voy a un padre bueno  que se me ha revelado como un amor puro e incondicional.  El es bondadoso y tierno, lleno de gracia y misericordia, ansioso por tomar todas mis cargas y pesares.  Y yo sé que nunca me rechazar cuando acuda a El. 

Por eso es que voy a sus atrios con alabanza y acción de gracias, porque estoy agradecido de quién mi Dios es.  El se preocupa por todo lo que a mi se refiere! El es mi buen pastor mi amigo fiel. 

Pocos creyentes, sin embargo, han alcanzado a experimentar el amor de Dios hacia ellos .  Viven en temor y desesperación, con poca o ninguna esperanza, y siempre enfrentando tempestades.  No pueden entender por que sus vidas están vacías, y por que están llenos de  confusion.  Muchas veces piensan: "Yo oro todos los das y leo la Biblia.  Constantemente le demuestro a Dios cuanto le amo.  Entonces, por que no tengo tranquilidad y paz?" 

Es porque nunca han comprendido la verdad que Dios los ama!  Ellos no han comprendido que a pesar de sus debilidades y fracasos, su Padre celestial se preocupa por todo lo que ellos están pasando!

El verdadero amor se manifiesta en dos cosas: descanso y regocijo. 

El profeta Sofonías dice algo maravilloso con relación al amor de Dios por nosotros.  El escribe: "Jehová está en medio de ti, poderoso, el salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos." (Sof. 3:17). 

Este verso nos dice dos cosas importantes acerca de cómo Dios nos ama:

1.  Dios descansa en su amor por su pueblo.

En el idioma hebreo, la frase "El descansa en su amor" significa: "El guardará silencio por su amor."  Dios está diciendo, en síntesis: "He encontrado mi verdadero amor y estoy totalmente satisfecho!  No necesito buscar en otro lugar, pues no tengo queja alguna.  Estoy completamente satisfecho en esta relación, y no retiraré mi amor.  Mi amor es un asunto establecido!

Sofonías nos está diciendo: "Este es el amor de Dios para ti!  El quiere que sepas: "He encontrado lo que buscaba - y eres tú!  Tu me traes gran gozo!"

2.  Dios se complace grandemente con su pueblo.

Sofonías testifica: "Se regocijará sobre ti con cánticos." (mismo verso).  En otras palabras, El dice: "El amor de Dios por ti es tan grande, que pone una canción en sus labios."

Regocijarse significa el tener gozo y deleite.  Es la expresión externa del deleite interior.  También es la más sublime expresión de amor.  La palabra hebrea que usa Sofonías para regocijo es "tripudiare" que significa "brincar, saltar como uno que es inundado de gozo."

Puedes concebir que tu Padre celestial siente tanto amor por ti que El salta de gozo de solo pensar en ti?  Puedes recibir la verdad  de que El te ama desde antes de la formación del mundo, desde antes que existiera la humanidad, desde antes que tu nacieras?  Puedes aceptar el hecho que El te ama aún despues de haber caído en los pecados de Adán?

Exactamente, Dios a pesar de tus pecados y fracasos, y sin embargo te continua amando con el mismo tierno amor.  De hecho, envió a su Espíritu a despertarte de tu condición de perdido y de tu necesidad por El.  Te atrajo a El y te tomó en sus brazos.  Entonces, cuando viniste arrepentido a la cruz, entraste en su regalo de amor para ti.  El te prometió: "Te amo antes, te amo ahora, y te amaré hasta el final!" MI amor por ti es incondicional!!

Si Dios te amó tanto cuando estabas hundido en el pecado, que dio a su Hijo Jesus para que muriera por ti, por que ha de retirarte su amor cada vez que tu tropieces o falles?  En esas ocasiones, es que debemos recordar a aquel que nos dijo que El es amor, misericordia y paciencia.  Esa es su gloria - y tenemos que volver a su gloria siempre!

Por que no hay más cristianos viviendo  en comunión e intimidad con el Señor?

Muchos de los recién convertidos al Señor saben poco o nada de la vida en comunión con El.  Por que?

Creo que tales cristianos tienen un concepto triste y distorsionado del Padre celestial.  Recuerdo la parábola de Jesús con relación al sirviente que escondió su talento porque tenia una imagen triste y  distorsionada de su amo.  Ese sirviente dijo: "Señor, te conozco  que eres hombre duro" (Mt. 25:24).

De la misma manera, muchos creyentes hoy en dia piensan: "No hay manera que Dios pueda alegrarse y  danzar sobre mi, regocijándose y cantando enamorado a mi alrededor.  A veces, yo he fallado tan miserablemente, que no mala conducta ha traído reproche a su nombre.  Como es posible que aún me ame - especialmente con las luchas que estoy teniendo ahora?"

He conocido familias en las cuales los niños se doblegan e intimidan ante la presencia de un padre duro y fuerte de carácter.  Ellos jugaban alegremente antes que el padre llegara a la casa.  Pero cuando lo ven llegar, se iban directamente a la falda de su madre.  Nunca los vi acercarse a su padre a menos que el demandara algo de ellos.  Nunca se trepan a la falda del padre o puedan ser abrazados.  Sentian miedo al estar en su presencia.

Creo que esta es una poderosa razón por la cual muchos cristianos no quieren allegarse al Padre celestial.  Temen acercarse a él porque sienten que de alguna manera le han fallado. Se sienten culpables.   Tienen un presentimiento que han sido negligentes en sus deberes, han sido perezosos espiritualmente y han hecho cosas incorrectas.  Todo lo que pueden concebir de Dios  es que es fuego consumidor y está listo para enjuiciarlos y condenarlos. Para castigarlos.

Tales cristianos piensan: "Dios me ha perdonado tantas veces en el pasado, que ya no puedo volver a El.   Estoy seguro que El me va a  rechazar.  Ya he traspasado la linea del perdón."  No!  Dios no rechaza a nadie que viene a El arrepentido.  Esa no es su naturaleza!  No podemos juzgar a nuestro Padre celestial con la misma  medida con la que juzgamos a nuestros padres terrenales. !

La pregunta para nosotros hoy en día es, cómo no vamos a querer estar cerca de un padre que nos escribe cartas de amor, que nos dice que anhela estar con nosotros, que siempre esta dispuesto a recibirnos en sus brazos, que dice que sólo tiene pensamientos buenos de nosotros a pesar de nuestras debilidades, que nos asegura: "Satanás puede decirte que tu no vales nada y  eres un inútil.  Pero yo te digo que tu eres mi gozo!" Eres muy especial para mi!!

Es nuestra incapacidad de creer en su Palabra y adueñarnos de esta maravillosa revelación de su gloria,lo  que nos impide la comunión plena con El!

No es posible tener comunión ni intimidad con  el Señor hasta que le creamos y le recibamos como nuestro.padre bueno y lleno de amor, bondad y ternura hacia nosotros.

Ahora, estarás pensando: "Seguramente que el Señor no se agrada de alguien que aún este en pecado.  Yo no espero que El me ame si contino por el camino del pecado.  Esa clase de pensamiento raya en la blasfemia."

Dios ama a su pueblo pero no ama el pecado.  La Biblia dice que l reprende a cada hijo que contine en pecado, pero lo hace con mucha paciencia.  Y luego de reprendernos, su Espritu nos llena con una sensacin de indignación por nuestro pecado.


A pesar de esto, el amor de Dios por nosotros permanece inalterado.  Su palabra dice: "Porque Yo Jehová no cambio." (Mal.3:6), "... del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación." (Stg. 1:17). "... Porque Dios soy, y no hombre." (Oseas 11:9). 

Dios libre que su amor por nosotros vaya a menguar, y fluya como el nuestro hacia él.  Nuestro amor varía diariamente, yendo de caliente y celoso a tibio o hasta frio.  Como los discipulos, podemos estar dispuestos a morir por Jesús un día y al otro día negarlo y huir de él.  Podemos decirle al Señor que confiamos en El para suplir todas nuestras necesidades y evitar que caigamos, pero eso no es comunión verdadera.  La pregunta es: confiamos plenamente en su amor para con nosotros?  Hemos visto su amor revelado y nos hemos apoderado de él? Su amor por nosotros está firmemente arraigado en nuestros corazones? 

Te debo preguntar - y tu, puedes contestar así?: "El Padre celestial me ama  y esta enamorado de mí!  El dice que yo soy un tesoro especial y soy dulce y bello ante sus ojos y yo le creo.  No importa por lo que pase, o cuán tentado o probado sea, el me rescatará. El estara a mi alrededor siempre, y no permitirá que me opriman o destruyan.  El siempre será bondadoso y amable conmigo!" Mi Dios es bueno fiel y verdadero!!

Aquí es cuando la verdadera comunión comienza.  Tenemos que estar convencidos  del amor inalterable de  nuestro Dios y padre para con nosotros.  Y debemos demostrarle que creemos en la revelación de sí mismo.  Juan escribe: "Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él." (1 Juan 4:16).

Solamente esta creencia puede sanar tu alma. Restaurar nuestras vidas.  Es tu única arma en contra del diablo, quien te miente diciéndote que eres un pecador y que eres  muy inmerecido para orar o acercarte a Dios.  Convenciéndote de esta verdad es el único camino para tener una   verdadera comunión.

Si alguna vez has estado enamorado de alguien, sabrás de lo que te estoy hablando.  Imagnate un esposo que pasa mucho tiempo fuera del hogar por motivo de su trabajo, pero que está muy enamorado de su esposa.  El llama a su amada todas las noches que está fuera del hogar.  Y de vez en cuando la llama y le deja un mensaje en la máquina contestadora del teléfono. Su mensaje podría ser el siguiente:

"Hola corazón, te estoy llamando para decirte que el solo pensar que estas alli, y que me amas, me renueva las fuerzas.  Va a ser la fuerza que necesito para este día.  Se que voy a tener un dia dificil de trabajo.  Pero acabo de leer la carta que me enviaste, y que gran gozo senti!   solo saber que estás pensando en mí me llena de felicidad!" 

Ese es el amor que el Padre celestial tiene para ti.  Confía en El!

El otro lado de la comunión con Dios es nuestro amor por el en reciprocidad.

Caminar en la gloria de Dios no significa tan solo que recibimos el amor del Padre, sino que también nosotros correspondemos a ese amor.  Se trata de un mutuo afecto - ambos dando y recibiendo amor.  La Biblia nos dice: "Y amarás a Jehová de todo tu corazón , y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas (Dt. 6:5).

Dios nos dice: "Dame, hijo mio, tu corazón..." (Pr. 23:26).  Su amor demanda reciprocidad - que nosotros devolvamos a él un amor total, no dividido, con todo el corazón, mente .  Sin embargo, el Señor nos dice en términos precisos: "Tu no puedes ganarte mi amor.  El amor que yo te doy es inmerecido!"  Es por gracia.

 Juan escribe: "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. (1 Juan 4:10).  "Nosotros le amamos a El, porque él nos amó primero." (verso 19).

Nosotros no nos levantamos un día, y decidimos no pecar más, y convertirnos a Jesús.  No, el Espiritu de Dios penetró en lo profundo de nuestras vidas, nos mostró nuestro estado de  perdición y nos hizo sentir mal  por nuestros pecados.  Envió su Palabra para mostrarnos la verdad, envió su propio Espíritu para convencernos, de pecado de juicio y de justicia. 

Y ahora, asi como  el amor de Dios por nosotros se enmarca en el descanso ( confianza) y el regocijo,  nuestro amor por él debe tener estos mismos dos elementos:

1.  David expresa su absoluta  confianza en su amor por Dios cuando escribe: A quién tengo yo en los cielos sino a ti?  Y fuera de ti, nada deseo en la tierra (Salmo 73:25).  El corazón que ama al Señor confia y  cesa de buscar consuelo en otros lugares.  Mas bien, encuentra  contentamiento en El.  A ese adorador, la bondad y el amor de Dios es mejor que la vida misma!

2.  Ese corazón tambien se regocija en su amor por Dios.  Canta y danza  gozoso delante del Señor.  Cuando un hijo de Dios conoce cuanto le ama el Señor, esto trae paz y regocijo a su alma!

La Biblia también nos dice que nuestro amor por el Padre debe ser canalizado a traves de su Hijo.  Jesús dijo: "nadie viene al Padre, sino por mi" (Juan 14:6).  Es solo por medio de Cristo que somos aceptados por el Padre y tenemos acceso a El.

Es más , Dios depositó toda su bondad, amor, misericordia y gracia - esto es, su gloria - en su Hijo.  Y envió a Jesus para manifestar y revelar esa gloria a nosotros.  Por lo tanto, Cristo viene a nosotros trayendo  una clara imagen de nuestro Padre amoroso.  "Como el Padre me ha amado, as también Yo os he amado; permaneced en mi amor." (Juan 15:9).

Dios nos ama a la medida que estemos en Cristo.  Y en reciprocidad, nosotros mostramos amor a Dios en el amor que tengamos por Cristo.  Como cabeza de la iglesia, y como nuestro sumo sacerdote, Jesus llevará nuestro amor al Padre por nosotros.

Ahora, déjame señalarte uno de los versículos más poderoso de la Escritura.  Proverbios nos da estas palabras proféticas de Cristo: "Con El estaba yo ordenándolo todo, y era su dicha de dia en dia, teniendo solaz delante de El en todo tiempo.  Me regocijo en la parte habitable de su tierra; Y mis delicias son con los hijos de los hombres" (Pr. 8:30-31). 

Amados, nosotros somos los hijos mencionados aquí!  Desde la misma fundación de la tierra, Dios previó un cuerpo de creyentes uniéndose a su Hijo.  Y aun entonces el Padre se deleitó y se regocijó en estos hijos.  Jesús testifica; "Yo era la delicia de mi Padre, el gozo de su ser.  Y ahora, todos los que vienen a mí , son sus delicias también!"  Entonces, cómo  reciprocamos el amor a Jesus?  Juan contesta: Pues este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos." (1 Juan 5:3). 

Y cuáles son sus mandamientos?  En esencia, Jesus dice, que hay dos - y "de estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas." (Mateo 22:40).  El primero y más importante mandamiento es amar al Señor con todo nuestro corazón, alma y mente.  Y el segundo es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.  Estos dos sencillos y simples mandamientos resumen toda la ley de Dios.

Jesús nos dice aqui que no podemos tener comunión con Dios - no podemos andar en su gloria si guardamos rencor contra alguien.  Por lo tanto, amar a Dios significa amar a los hermanos de la misma manera que el Padre nos ama a nosotros. 

"Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso.  Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?  Y nosotros tenemos ese mandamiento de El: El que ama a Dios, ame tambin a su hermano." (1 Jn. 4:20-21).  "El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor." (verso 8).

Toda comunión e intimidad con el Señor se rompe, cuando tenemos una actitud  rencorosa hacia un hermano.  Podemos alabar a Dios con manos levantadas, orando todos los dias, estudiando la Palabra por horas - pero si estamos amargados y guardamos rencor a alguien, todo eso es en vano.  Juan dice: "Esa persona es un mentiroso.  Verdaderamente, tu no amas a Dios, aunque El te sigue amando!"

Si estás en esa triste condición, no basta que le digas a Dios: "Señor, estoy arrepentido - perdoname."  En vez de eso, ve a esa persona según manda la palabra de Dios, y reconciliáte con el. "Reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda." (Mt. 5:24).

Solo entonces encontrarás la verdadera intimidad con el Padre celestial.  Y podrás caminar en su gloria.

Es importante entender que solo tendremos una profunda intimidad con Dios, a través del Espíritu Santo.

Intimidad significa lo más profundo en el hombre y en Dios. Está ligado a “darse a conocer en profundidad”. El propio ser humano necesita querer entregarse a Dios en lo más profundo de sí mismo, porque Dios conoce nuestro ser más íntimo, pero es necesario buscar una amistad profunda con Dios, hasta el punto de decir: “Ya no soy yo quien vivo”. sino Cristo, que vive en mí ”(Galatas 2,20).

Solo tendremos una profunda intimidad con Dios, a través del Espíritu Santo, porque solo Él puede llevarnos a la plena comunión  con Dios. “Pero Dios nos lo ha revelado por el Espíritu. Porque el Espíritu todo lo escudriña, hasta lo profundo de Dios ”(I Cor 2,10). El Espíritu nos lleva a las profundidades de Dios, es decir, a la verdadera intimidad; es Él quien nos revela a Dios.

EL Espíritu Santo (Ruah) "indica lo más íntimo y secreto en Dios y lo más íntimo y secreto en el hombre, su principio vital, su misma alma". Un siervo de Dios dijo con razón: “Dios está más cerca de mí que yo mismo”. “¿Quién, pues, de los hombres sabe lo que pertenece al hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? De la misma manera, lo que hay en Dios, nadie lo sabe sino el Espíritu de Dios ”(I Cor 2, 11).

El Espíritu nos lleva a las profundidades con Dios, y con el Espíritu el Señor se convierte en nuestro invitado. Por lo tanto, se le conoce como el "dulce huésped del alma". Así, incluso se puede decir: es Dios que vive en nosotros y nosotros vivimos en Dios, por el Espíritu Santo.

Cuando un alma quiere tener intimidad con Dios, Él se apropia de ella, hay un cariño, un amor profundo. Dios se siente atraído hasta el punto en que una persona se convierte en una casa, una habitacion  donde puede morar.“el Espíritu Santo es el que crea uma profunda intimidad con Dios”.

“El Espíritu habita en  el corazón de los cristianos como en un templo. En ellos intercede y da testimonio de que son hijos adoptivos.   

Tener intimidad con el Señor es presentarse o pararse ante Él despojado de uno mismo; es quitarse las máscaras; vaciarse por completo; presentarse como dependiente únicamente de Él; pasar de la hipocresía a la transparencia. Estar totalmente “desnudo” ante Dios también implica no tener libre albedrío; asume la voluntad de Dios.

Vivir en sumisión a Dios es el camino hacia una profunda intimidad con Él. Por lo tanto, la dependencia del Señor viene de un corazon humilde rendido a DIOS. Así, la vida se llena de significado cuando nos entregamos a Su dulce amor y  a la poderosa  la acción del Espíritu. Nuestra madurez espiritual solo será plena, solo alcanzará su punto máximo, cuando entendamos lo que significa vivir totalmente dependientes de Dios.

El camino de la intimidad con Dios requiere la muerte interior y, sobre todo, la renuncia; dejar o trasponer la atmósfera material a lo trascendental; a lo espiritual.es estar totalmente en el otro (en Dios). La búsqueda de la intimidad con Dios nos permite rasgar el velo del santuario y entrar en la vida de Dios, participar de ella. Porque la intimidad está ligada a la esperanza de esta vida en Dios (cf. Hb 6,19).

La intimidad con el Señor, con la Trinidad, va mucho más allá de una experiencia  profunda de entrega y adoración. Por tanto, los que tienen intimidad con Dios no están atados a nada, al contrario, experimentan plena libertad. Sin embargo, tener intimidad es ser libre frente a la persona, sin miedo ni vergüenza.

“De esta intimidad con el Dios fiel, lento para la ira y lleno de amor, Moisés sacó la  fuerza y ​​tenacidad de su intercesión” 

LA REVELACIÓN DE LA GLORIA DE DIOS

Las escrituras dicen claramente que es posible que un verdadero seguidor de Jesús vea y comprenda la gloria de Dios.

Ciertamente, nuestro Señor revela Su gloria a todo aquel que la pide y la busca diligentemente. Yo creo que la revelación de la gloria de Dios equipará a Su pueblo para los días venideros. Pablo declara que esa revelación “tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados”. (Hechos 20:32)

Contrario a la creencia de algunos cristianos, la gloria de Dios no es algún tipo de manifestación física. No es un sentir eufórico que se apodera de ti, ni tampoco es un aura sobrenatural o una luz angelical que estalla. Sencillamente, ¡la gloria de Dios es una revelación de su  maravilhosa naturaleza y  de sus atributos! De su caracter.

Cuando oramos: “Señor, muéstrame Tu gloria”, en realidad estamos orando lo siguiente: “Padre, revélame quién eres”. Quiero conocerte! Y si el Señor nos da una revelación de Su gloria, es una revelación de cómo Él quiere que nosotros le conozcamos. Necesitamos conocerlo   profundamente para poder adorarlo en espiritu  y en verdad. 


La experiencia de Moisés con la gloria de Dios demuestra esta verdad. El Señor envió a Moisés a libertar a Israel sin haberle dado una plena revelación de quién era el Dios de Israel. El Señor sólo le dijo: “Ve, y diles que YO SOY te envió”. Pero no le dio explicación de quien era “YO SOY”. No le dio una revelacion completa. Porque la revelacion fue progresiva. Cada dia Moisés fue descubriendo facetas maravillosas de su Dios y Señor. 

Creo que esa es la razón por la cual Moisés  clamó a Dios: “Te ruego que me muestres tu gloria” (Éxodo 33:18). Moisés tenía hambre y sed  por conocer quién era el gran  YO SOY, por conocer Su naturaleza y su carácter. Por experimentar su presencia. Lo mismo pasó con David que escribió en un salmo que él ansiaba de Dios  como un siervo que anhela  las aguas.  Los Dios de água viva. 

El Señor contestó la oración de Moisés. Primero, le dijo que se escondiera en la hendidura de una peña. Sin embargo, mientras Moisés esperaba que apareciera la gloria de Dios,  sin embargo  no escuchó truenos, no vio relámpagos, ni sintió temblores de tierra. Más bien, la gloria de Dios se manifestó en una revelación sencilla, una revelacion del amor y bondad de Dios : “Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado” (Éxodo 34:6-7).

Al conocer a Dios de esta manera tan cercana y profunda le dio a Moisés la fuerza y la fe  y la confianza para interceder por el pueblo de Dios. Si bien es cierto que Moises  era el lider y el pastor de Israel ante todo era un hombre de oración que  intercedía continuamente y que llego a conocer   muy profundamente a Dios. 




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